Las crisis van y vienen, pero los deseos permanecen, y es la piscina privada del jardín de los luxemburgueses la que brilla cada vez más como un espejo en el agua, evocando unas vacaciones permanentes en casa. A primera vista, podría parecer una contradicción económica, un capricho caro en tiempos inciertos. Y sin embargo, el mercado de las piscinas privadas en Luxemburgo no sufre la crisis, ni la inflación, ni siquiera las preocupaciones de una energía cada vez más cara. Al contrario, está en pleno apogeo, para regocijo del público. Especialistas luxemburgueses en piscinas.
Desde el inicio de la pandemia de COVID-19, se ha observado un fenómeno interesante: un aumento constante y significativo de la demanda de piscinas privadas. Si bien el confinamiento ha frenado muchos sectores, paradójicamente ha impulsado la demanda de piscinas domésticas. Encerrados en sus propias casas, los habitantes del Gran Ducado han redescubierto el placer y el valor de una vivienda con una zona de relajación acuática. Una piscina ya no es un lujo superfluo, sino una inversión en el bienestar personal y familiar.
La moda continúa, espoleada por veranos que, bajo la influencia del cambio climático, extienden sus olas de calor cada vez más largas e intensas. Ya no se trata de un refrescante chapuzón anual, la perspectiva de una temporada de baño se extiende mucho más allá de los tradicionales meses estivales. Las piscinas, antes cubiertas y olvidadas en septiembre, ven ahora cómo su utilidad se prolonga a menudo hasta las suaves agitaciones del otoño.
El mercado se adapta, respondiendo a deseos concretos y a veces muy precisos de los consumidores. Las piscinas con acceso a la playa -entradas suavemente inclinadas que imitan el enfoque natural de los lagos- son especialmente populares. Del mismo modo, las escaleras integradas con bancos para descansar en el agua sin nadar necesariamente atraen cada vez a más familias.
Las piscinas privadas, una inversión en alza
En la economía del ocio, las piscinas privadas representan una inversión sustancial, tanto financiera como técnicamente. La gama de opciones abarca desde simples piscinas prefabricadas de plástico hasta lujosas piscinas de acero inoxidable u hormigón armado con revestimiento. La elección refleja un presupuesto y también un estilo de vida, un compromiso con un determinado estatus residencial. Los precios varían considerablemente, desde unos 20.000 euros para modelos básicos hasta 150.000 euros para instalaciones a medida o muy personalizadas.
Además de la inversión inicial, el valor añadido a la propiedad es innegable. La instalación de una piscina puede aumentar el valor de una propiedad hasta 10%. Un aumento nada desdeñable en un mercado inmobiliario ya de por sí boyante. Este aumento se justifica no sólo por el placer que aporta, sino también por el atractivo estético y el estatus que confiere a una residencia.
La sofisticación técnica de los sistemas de piscinas también ha evolucionado. Los filtros de limpieza, las bombas de calor aire-agua para calentar el agua y las cubiertas de piscina son esenciales para mantener la calidad del agua y garantizar un uso prolongado durante todo el año. Estos equipos representan un coste adicional, pero también un paso hacia una mayor eficiencia energética y un menor mantenimiento diario.
También se tiene en cuenta el aspecto de la seguridad, con la instalación de sistemas de seguridad como alarmas, cubiertas rígidas que puedan soportar el peso de un adulto y vallas para proteger a los más pequeños y evitar trágicos accidentes. Estas medidas se recomiendan encarecidamente y se están generalizando en respuesta a una concienciación colectiva sobre la necesidad de seguridad en torno a este tipo de instalaciones.
Instalar una piscina en Luxemburgo: innovaciones y tendencias ecológicas
El auge de la piscinas privadas en Luxemburgo se caracteriza por una creciente concienciación sobre la necesidad de adoptar prácticas más sostenibles. Este paradigma se expresa en la aparición de soluciones innovadoras que minimizan el impacto ambiental al tiempo que maximizan el confort y la funcionalidad. Entre estas innovaciones, las "piscinas vivientes" encarnan la revolución verde en el mundo de las piscinas privadas. Estas piscinas imitan los ecosistemas naturales tratando biológicamente el agua, evitando el uso de productos químicos como el cloro y reduciendo la irritación de la piel y los daños ambientales asociados a las piscinas tradicionales.
Estas piscinas ecológicas depuran el agua mediante procesos biológicos y a menudo incorporan plantas acuáticas que ayudan a filtrar y regenerar el agua. El diseño de estas piscinas suele ser elegante y moderno, integrándose armoniosamente en jardines diseñados según los principios de la permacultura u otras formas de paisajismo ecológico.
Además, la tecnología de las piscinas ha seguido una evolución similar a la de muchos otros sectores, incorporando la eficiencia energética a sus criterios básicos. Los sistemas de calentamiento del agua utilizan ahora bombas de calor, que reducen considerablemente el consumo de energía. Estas bombas captan el calor del aire ambiente para calentar el agua.
Cada vez son más los propietarios de viviendas que optan por equipos energéticamente eficientes y tratan de reducir la huella ecológica de su espacio vital exterior.